Alrededor de 1000 personas han solicitado residencia fiscal en Uruguay en los primeros seis meses del 2020, tendencia que ha presentado un continuo ascenso desde 2016. Entre los que pretenden obtener esta condición unos trescientos son particulares y el resto corresponde a empresas. Es por eso que si redactamos este artículo por si quieres obtener la residencia fiscal en Uruguay.
Una de las razones por las cuales se ha multiplicado las solicitudes, es por la decisión del gobierno Uruguayo de implementar un sistema de “vacaciones fiscales por 10 años” o «Tax Holiday», con el fin de impulsar las inversiones extranjeras en el país.
¿Qué es la residencia fiscal?
Cuando hablamos de qué es la residencia fiscal en Uruguay, nos estamos refiriendo a la potestad tributaria del Estado sobre sus residentes fiscales. Esto quiere decir que una persona que ostente esta característica está obligada a declarar en ese país las rentas obtenidas en todo el mundo, independientemente del lugar donde se paguen.
Desde la reforma tributaria en el país realizada en 2007, el término de residencia fiscal cobró más relevancia, ya que esto es lo que determina el tipo de impuesto que deben pagar las personas naturales o jurídicas, en base donde resida y dónde genera las rentas.
Ante el incremento de solicitudes de personas foráneas para mudar su residencia fiscal a Uruguay, han surgido algunas medidas de control como por ejemplo dar de baja la residencia fiscal y verificar que el cambio es auténtico.
En Uruguay, los ciudadanos residentes en el país tienen la obligación de cancelar el IRPF (Impuesto a la Renta de las Personas Físicas) la cual ronda entre el 10% y el 36%, dependiendo de los ingresos.
Ahora bien aquellas personas que tienen trabajos independientes pagarán el IRAE, que se trata de un Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas, tendrán una tasa de 25% y en el caso de las personas que residen en otro país pero que reciben ingresos por alguna actividad económica en el Uruguay, cancelarán una tasa de 12%.
Un decreto para impulsar la inversión de capital extranjero
Hace poco salió un decreto que flexibiliza los requisitos actuales para la solicitud de la residencia fiscal en el país. También, el gobierno pretende elevar al parlamento un proyecto de Ley que contemple estos cambios en la legislación actual.
La mayoría de personas que deciden solicitar este beneficio, son aquellas que piensan que existe una mayor seguridad económica y posibilidades de prosperar en un negocio, debido a los beneficios en materia fiscal que otorga el gobierno a inversionistas extranjeros.
Algunos beneficios en materia fiscal que otorga el Uruguay
Además de que Uruguay ofrece ciertos beneficios en materia fiscal, así como en materia de seguridad económica como el libre acceso a divisas, resguardo de valor, pocos conflictos laborales y estabilidad financiera. Algunos de ellos son:
- Sólo se debe tributar las ganancias obtenidas en el país.
- Se practica la zona franca en algunas localidades del país, es decir libre de tributos.
- El impuesto de patrimonio es calculado sobre los activos radicados en el país, deduciendo las deudas.
- No hay impuestos sobre ingresos brutos, ni retenciones a las exportaciones.
- Exoneración de cinco años de impuestos al patrimonio y renta de las personas. (En estudio elevarlo a 10 años).
- El monto de patrimonio para obtener la residencia fiscal bajó de 1,7 millones de u$s a 377.000.
¿Qué se necesita para obtener la residencia fiscal en Uruguay?
La residencia fiscal del Uruguay se debe solicitar básicamente en dos situaciones específicas, cuando la persona tiene la intención de fijar su residencia en el país y la otra cuando la persona tiene un gran patrimonio y desea obtener un mayor beneficio económico.
Para obtener la residencia fiscal uruguaya hay que cumplir ciertos requisitos, entre los cuales tenemos:
- Comprobar que se encuentra residiendo en el país por lo menos durante 6 meses.
- Demostrar que tiene en el Uruguay, ingresos superiores a los que devenga en cualquier otro país.
- Si tiene inmuebles en el país inmuebles que superen los u$s a 377.000.
A pesar de que se puede tener residencia fiscal en diferentes países, no es lo ideal, ya que esto eleva la carga tributaria. De todas maneras, el contribuyente debe verificar si existe un acuerdo entre ambos países para evitar una doble imposición.
Los trámites para obtener la residencia fiscal en Uruguay se deben hacer ante la DGI. Esta diligencia puede durar entre uno y dos meses. En este sentido, el solicitante debe tener en cuenta que aun obteniendo la residencia, el fisco de su país de origen puede rechazarlo y no ha renunciado a la residencia fiscal en éste.
Países con los que existe acuerdo fiscal
Uruguay ha establecido acuerdo con 23 países en materia fiscal. Esto quiere decir que cualquier persona de estas naciones que solicite la residencia fiscal en Uruguay, puede pagar los tributos en un solo lugar, evitando así la doble imposición.
Este convenio se basa en algunos requisitos como el que la persona resida y tenga su vivienda principal y actividades económicas en el país de la residencia fiscal. El acuerdo está suscrito con 23 países, entre los que se encuentran Alemania, Argentina, Corea del Sur, Ecuador, Hungría, Finlandia, México, Brasil, entre muchos otros.
Estos pactos se hicieron con el fin de fomentar el ingreso de capital extranjero al país, sobre todo en áreas como la tecnología de información.
Es importante señalar que para no tener que cancelar doble tributo, el solicitante de la residencia fiscal en Uruguay debe realizar ciertos trámites en su país de origen, por ejemplo, en el caso de Argentina debe haber permanecido por lo menos un año radicados en el exterior, durante el cual debería seguir tributando en el país.
Por otro lado, debe comprobar que ha adquirido una residencia migratoria permanente en otro país, además de cumplir con otra serie de requisitos, como exponer ante el AFIP, el motivo de salida, la cual puede ser por la adquisición de una residencia permanente y algunos otros trámites exigidos por las autoridades competentes para formalizar la solicitud.